Cuando se promueve la integración plena de las personas con discapacidad, es fundamental ir eliminando los mitos y creencias que se construyen en torno a este sector de la población. La falta de información, ignorancia, ausencia de empatía y superficialidad son tierra fértil para generar contextos basados en premisas erróneas y discriminadoras, surgiendo barreras muy difíciles de superar.
Puntualmente sobre las personas con discapacidad mental, hay una serie de mitos que es necesario sacar del sistema de creencias:
- Que tienen corta vida
- Como característica global, que no son capaces.
- Que no pueden desenvolverse solos.
- Que son siempre niños, no se transforman en adultos.
- Que su vida emocional y sexual están limitadas.
- Que son asexuados o tienen una sexualidad exacerbada.
- Que no pueden trabajar.
- Que no entienden lo que uno habla.
- Que son totalmente dependientes.
- Que no aprenden.